Estrella de los postres de otoño-invierno, el pastel de zanahoria seduce por su suavidad incomparable, sus especias reconfortantes y sus nueces crujientes. Las zanahorias ralladas finamente se funden en la masa y garantizan una textura húmeda, sin pesadez. Añade una pizca de jengibre o de cardamomo para realzar la canela, y termina con un glaseado de queso crema cremoso: contraste perfecto entre dulzura y frescura.
Este pastel de zanahoria fácil se prepara en pocos pasos y se conserva muy bien en el refrigerador. Es ideal para una merienda casera, un brunch dominical o un postre de temporada generoso. Varía los placeres con avellanas, almendras o pasas, y decora la parte superior con algunas nueces picadas para un acabado delicioso. Un valor seguro para deleitar a la familia cuando bajan las temperaturas.


